Las costumbres del alumbramiento
Hasta el primer cuarto del siglo XX a la mujer embarazada que estaba a punto de dar a luz le ponían arena en algún rincón de la casa y la madre pasaba hasta el séptimo día del parto en este lecho. Cuando daba a luz envolvían al bebé en un vestido viejo pero limpio. El tercer día lavaban al bebé y le ponían nombre.
Cuando nace un niño su abuelo le donaba una palmera. La noche del sexto día el padre ponía un jarrón de agua al lado del bebé y a la mañana siguiente derramaba el agua en el árbol. La otra parte es famosa por el nombre de El-Seboue, Fiesta del séptimo día. El niño se pone en una criba llena de trigo; la niña con arroz. Antes se había quitado la vieja ropa y se envolvía en un vestido hecho de ropa de uno de sus padres.